



De paseo por Buenos Aires
En Buenos Aires abundan los paseos. De todo tipo. Culturales, gastronómicos, comerciales. Más espirituales, algo banales. Todo invita a la caminata, la experiencia y el disfrute. Hoy elegimos cuatro paseos al azar.
1. Caminatas con historia. El paso a paso es siempre buena compañía; sumarle contenido, muchas veces resulta encantador. Un paseo posible es disfrutar de la magia y el encanto del Palermo de callecitas empedradas y toques vanguardistas. Las guiadas de Eternautas invitan a conocerlo de la mano de historiadores, al son de relatos sobre los orígenes del barrio, la infancia de Borges, entre otros cuentos.
2. Desde el Río de la Plata. Conocer Buenos Aires desde el agua puede aportarnos excelentes postales de la ciudad. Sturla propone paseos en lancha de 25 minutos desde Puerto Madero, donde se puede disfrutar del complejo entramado urbano de arquitectura + actividad portuaria + distintos pulmones verdes. Por su parte, Humberto M invita a navegar y almorzar durante un recorrido en el que se observa el interior del Puerto de Buenos Aires, el Yacht Club Argentino, el antiguo Hotel de los Inmigrantes, la terminal de cruceros Benito Quinquela Martin, el clásico Club de Pescadores y Aeroparque.
3. Jardín Japonés. Desde hace tres siglos, en Japón se diseñan espacios de meditación en entornos naturales. Representan el universo y buscan inspirar vitalidad y serenidad. Parte de esa cultura vive en Buenos Aires desde 1967, año en que el Jardín Japonés fue inaugurado en ocasión de la visita del actual emperador Akihito.
4. Ingeniero Maschwitz. Un poco de moda, decoración y propuestas gastronómicas en un solo lugar puede ser un gran programa de fin de semana. A sólo 45 minutos de Capital Federal, la zona norte tiene un nuevo punto de interés. El Mercado de Maschwitz es un paseo comercial que cuenta ya con una larga lista de seguidores. De una onda vintage particular, mezclada con un poco de aire campestre, fue construido íntegramente con materiales reciclados; chapa, baldosas antiguas, madera, entre otros elementos de demolición. El lugar invita al paseo y el paladar tendrá lo suyo.