San Javier & Yacanto
Luego de dos horas y media de viaje en auto desde Córdoba Capital, y a pocos minutos de pasar el cartel que nos da la bienvenida a San Javier, nos topamos con su plaza principal, que parece estar quedada en algún tiempo remoto. Es aquí cuando ya podemos sentirnos relajados.
Bajo un sol otoñal, con el majestuoso cerro Champaquí de fondo y casas coloniales alrededor, esta plaza es un lugar digno de ver en postales. Pero el olor que desprenden las brasas de los restaurantes, o el de las hosterías que se calientan a leña, nos hace dar cuenta que San Javier es un lugar real.
La primera impresión de este pueblito nos inspira a una caminata. Cuando comenzamos a recorrer las calles aledañas, podemos transformarnos en auténticos aficionados a la decoración. Los artesanos locales nos deleitan con sus piezas que varían en precio, estilo y calidad, según el local o puestito que apreciemos. Sin dudas nos imaginamos decorando una parte de nuestro hogar.
Pero las artesanías no es lo único que tocará nuestra sensibilidad. El paladar será homenajeado en cualquier comida que elijamos hacer aquí o en el pueblo continuo, Yacanto. Luego de caminar, el almuerzo es una parada obligada. Un asado a la leña acompañado de papas con huevo, es un infaltable en cualquier restaurante cerca de la capilla del pueblo.
Los paisajes y habitantes de estos pueblitos de traslasierra nos seducen con su tranquilidad y serenidad, haciéndonos perder la noción del tiempo. Consejo: no hay mejor opción que detenerse y contemplar lo que nos rodea. Cualquier calle que elijamos para caminar, de asfalto o de tierra, en subida o bajda, nos sorprende con casas campestres que desprenden aroma de flores o frutales, que varían de color según la estación.
Debido a su espíritu bohemio y quizás también a la energía que dicen se desprende de las sierras y el Champaquí, no es extraño toparse de repente con alguna galería de arte escondida por allí. Si tenemos suerte, estará abierta. Los artistas locales eligen estos paisajes como inspiración. En general las galerías no tienen horarios fijos, sobre todo fuera de la temporada.
Para los más aventureros, cabalgar es un plan ideal para comenzar la jornada. Tanto en San Javier como en Yacanto, encontramos varios lugares donde alquilar caballos. Siempre hay lugareños dispuestos a guiarnos por senderos serranos, que cruzan arroyos tranquilos y nos permiten disfrutar aún más de cerca la flora y fauna del lugar.
Cuando el sol comienza a caer, la gama del naranja se adueña de los cerros que rodean la zona, mientras las luces artificiales comienzan a encenderse. El atardecer es un momento único en esta área cordobesa, ideal para contemplar junto a un café o un chocolate caliente, con una deliciosa porción de torta al lado del hogar a leña de alguna hostería o casa de té.
